Enfermedades Más Comunes que Afectan a Los Huesos

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fracturas de huesos

En este artículo mencionaremos y abordaremos brevemente las enfermedades más comunes que afectan a los huesos.

Las enfermedades de los huesos son bastante frecuentes en la población, en especial en los adultos mayores.

Estos transtornos suelen comprometer y disminuir la calidad de vida de las personas afectadas.

Antes de desarrollar la información sobre cada una de estas afecciones, abordaremos brevemente qué son los huesos y otros conceptos.

¿Qué son los huesos?

Contenidos

Los huesos son tejidos vivos.

Están compuestos por células llamadas células óseas y las hay de varios tipos.

Estas células óseas se van muriendo y regenerando a lo largo de la vida.

Mediante este proceso, aproximadamente cada 10 años, los huesos de nuestro cuerpo se han renovado completamente.

El cuerpo humano posee 206 huesos.

Los huesos constituyen las estructuras más duras y rígidas del organismo.

Funciones de los huesos

Los huesos desempeñan diversas funciones:

  • Junto con el sistema muscular, el sistema óseo hace posible la locomoción; esto quiere decir que permite realizar movimientos coordinados y precisos.
  • Debido a su resistencia, cumplen con la responsabilidad de proteger a los órganos vitales, tales como el corazón, los pulmones o el cerebro.
  • En el interior de los huesos se halla la médula ósea, que se trata de un tejido esponjoso que es el encargado de producir diversos tipos de células sanguíneas.

¿Por qué enferman los huesos?

Dadas las importantes funciones que cumplen y siendo un tejido vivo como cualquier otro, a pesar de ser estructuras fuertes y resistentes, pueden llegar a enfermarse, ocasionando transtornos en su anatomía o fisiología.

Las enfermedades de los huesos pueden ser molestias simples que pueden mermar la calidad de vida de quien las padece.

También existen las que incrementan el riesgo de sufrir fracturas.

Finalmente, hay otras afecciones que son de naturaleza maligna y pueden llegar a ser letales como el cáncer.

Hay enfermedades de los huesos que son más comunes entre la población y es de ellas de las que hablaremos brevemente.

Las circunstancias que afecten a la velocidad de regeneración de las células óseas, a su crecimiento, a su rigidez, etc. pueden hacer que su funcionalidad se vea comprometida y a padecer problemas de salud en todo el cuerpo.

¿Por qué aparecen los trastornos?

Las causas para que aparezcan trastornos en los huesos son variadas.

Generalmente están relacionadas con la velocidad a la que se genera y se pierde hueso.

Es en la etapa de la infancia cuando el organismo genera células óseas más rápidamente de lo que mueren y ésta es la razón por la que los huesos siempre están fuertes y crecen.

Sin embargo, alrededor de los 20 años de edad, esta diferencia estre génesis y muerte empieza a igualarse hasta que se entra en la edad adulta.

Una vez llegada la edad adulta, se pierde más hueso que lo que se regenera.

A partir de entonces, aumentan las posibilidades de que se presenten problemas, ya que el cuerpo no logra producir la cantidad de células óseas que se necesita.

Por ello y con el objetivo de contrarrestar la pérdida de hueso, es muy importante el consumo de calcio y vitamina D, aparte de realizar ejercicio físico.

Otros motivos por los que se desarrollan enfermedades de los huesos son los trastornos genéticos, infecciones por gérmenes patógenos (que también son capaces de colonizar el tejido óseo), deficiencias nutricionales, aparición de tumores, alteraciones en el metabolismo, desequilibrios hormonales.

Entonces, existe una gran variedad de problemas que pueden desencadenar padecimientos en los huesos, eso explica su gran difusión, de manera especial entre los miembros de la población adulta.

Enfermedades de los huesos más frecuentes

Mencionaremos los trastornos que afectan más frecuentemente a la fisiología o estructura de los huesos.

Estos problemas pueden traer consecuencias como fracturas, dolor crónico, debilidad, problemas de crecimiento y, en el caso del cáncer, poner en riesgo la vida de las personas.

1 La osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza porque la masa ósea se va perdiendo con mayor rapidez de lo que se puede regenerar.

Esto provoca que disminuya la densidad de los huesos.

A la vez y en consecuencia, hace que los huesos se vuelvan débiles.

La osteoporosis es una enfermedad propia de las edades avanzadas.

La padecen generalmente las mujeres que se encuentran en la etapa de post menopausia.

Conforme se va perdiendo la densidad ósea, los huesos se van volviendo más quebradizos.

Esto es condicionante para que se produzcan facturas ante golpes de poca contundencia o caidas leves.

Los huesos que suelen afectarse más con la osteoporosis son los de la cadera, la colunma y los de las muñecas.

Existen tratamientos destinados consistentes en administrar medicamentos que fortalezcan los huesos.

No obstante, la mejor terapia consiste en prevenir que aparezca esta afección.

Cuanto más acciones destinadas a mantener nuestros huesos fuertes realicemos durante la juventud, menor será el impacto de esta pérdida natural de masa ósea durante la edad adulta.

De ello se deduce la importamcia de consumir calcio y vitamina D, además de realizar algún tipo de actividad física o deportiva que fortalezca al sistema óseo.

2 El cáncer de hueso

Por fortuna, el cáncer óseo suele ser poco frecuente.

No se encuentra incluido ni dentro de los veinte tipos de cáncer más comunes.

Representa solamente el 1% de todos los cánceres que se diagnostican anualmente en el mundo.

Sin embargo, al tratarse de uno de los tipos de cáncer más peligroso, tiene mucha importancia localizarlo rápidamente y comenzar el tratamiento oncológico lo más pronto posible.

No se conoce la causa de la mayoría de casos de cáncer óseo.

Sólo un porcentaje pequeño puede ser explicado teniendo en cuenta el factor hereditario.

Tampoco se tiene conocimiento de por qué muchos casos son diagnosticados en adultos jóvenes y en niños.

Este hecho es poco frecuente en relación a otros tipos de cáncer.

El cáncer de los huesos suele manifestarse por los siguientes síntomas:

  • Inflamación del área en que se encuentra el tumor maligno.
  • Dolor en los huesos.
  • Propensión a sufrir fracturas de huesos.
  • Fatiga y debilidad.
  • Pérdida involuntaria de peso corporal.

Con relación a cómo debe ser tratado, si el cáncer se halla localizado y no se ha extendido, podría ser suficiente con extirparlo quirúrgicamente.

En caso contrario, será necesario utilizar radioterapia o quimioterapia de acuerdo a la etapa o estado en el que se encuentre el cáncer y de la situación general de salud del paciente.

3 La osteomielitis

La osteomielitis es una enfermedad del hueso ocasionada por la infección de algún agente patógeno.

Los gérmenes más comunes que causan osteomielitis son las bacterias del tipo estafilococos.

Estos microorganismos llegan al hueso y lo colonizan.

La vía de acceso puede ser cuando el hueso queda expuesto al entorno a consecuencia de una lesión.

Suele ocurrir al sufrir heridas punzantes o abiertas en las que la contaminación externa llega al hueso.

También, y la más frecuente, es debido a que los microorganismos viajan a través de la sangre y se instalan en el hueso.

En este caso, el organismo está padeciendo de otra enfermedad infecciosa como neumonía, cistitis, uretritis, etc. en la que los gérmenes patógenos se diseminan a los huesos.

Los síntomas que suele presentar la osteomielitis son inflamación y enrojecimiento y dolor en el área afectado, fiebre, fatiga.

Lo riesgoso de esta enfermedad es que puede ocasionar la muerte de las células óseas, generando una necrosis que pone en peligro la vida de la persona.

El tratamiento consiste en administrar antibióticos para matar las bacterias causantes de la infección.

Además, si ha ocurrido muerte de células óseas y necrosis del tejido, será necesario extirpar la masa afectada mediante una intervención quirúrgica.

4 Fracturas de los huesos

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Las fracturas óseas son roturas de los huesos.

Pueden ser causadas por las enfermedades de los huesos o también debido a traumatismos en personas totalmente sanas.

Las caídas, los golpes contundentes o accidentes, pueden ser situaciones en las que los huesos sueden sufrir lesiones.

Las fracturas suelen ocasionar mucho dolor a quien las padece.

Pueden presentarse fracturas parciales o totales.

A veces es posible que una fractura requiera de una intervención quirúrgica para darle solución.

No obstante, por lo general, es suficiente con inmovilizar la parte afectada durante un cierto periodo de tiempo que puede ser más o menos largo.

Además, es necesaria la administración de medicamentos para reducir el dolor.

5 El raquitismo

El raquitismo es una enfermedad de los huesos que es propia de los niños.

Se caracteriza porque, a causa de una deficiencia de vitamina D, los huesos se encuentran muy debilitados.

Sin embargo, este ablandamiento óseo también puede ser causado por factores genéticos independientes de la nutrición.

Entre los síntomas del raquitismo están la debilidad muscular, el retraso en el crecimiento, dolores en los huesos, en especial en la columna vertebral, la pelvis y las piernas.

También se manifiestan problemas en el desarrollo de las habilidades motoras, proyección del esternón, incremento en el tamaño de las muñecas y los tobillos.

Se suele tratar a través de la inclusión de más productos ricos en vitamina D dentro de la alimentación.

Cuando el caso tiene origen genético y por alguna falla del organismo el niño no es capaz de absorber la vitamina D de la dieta, es posible que se requiera el uso de algunos medicamentos.

También cabe la posibilidad de que se necesiten cirugías para corregir las alteraciones provocadas por la enfermedad.

6 La osteogénesis imperfecta

La osteogénesis imperfecta es una enfermedad de los huesos que ocurre a consecuencia de un trastorno genético.

Este transtorno provoca o es responsable de que los huesos sean mucho más débiles de lo normal.

Debido a esto, el afectado suele sufrir fracturas con gran frecuencia, en ocasiones incluso sin que hayan traumatismos aparentes.

Por esta caractística, popularmente es conocida como “huesos de cristal”.

Está causada por una falla genética que impide que el organismoo sintetice colágeno.

El colágeno es una molécula indispensable para conservar la fortaleza de los huesos.

Esta condición genera fracturas constantes, músculos débiles, problemas auditivos, desviaciones de la columna vertebral y dientes propensos a quebrarse.

No existe cura para esta enfermedad.

En caso de que el trastorno no sea muy grave, se puede ayudar a que el afectado no tenga una calidad de vida demasiado mermada mediante tratamiento a base de analgésicos, terapia física, cirugía, etc.

Si el caso es más severo, es probable que la persona necesite usar una silla de ruedas.

7 La acromegalia

La acromegalia es un trastorno óseo que está caracterizado por un crecimiento anormal de los huesos.

Tiende a provocar deformidades que comúnmente se manifiestan a través del tamaño anormalmente grande de las manos y los pies.

También es característico que dé lugar a facciones más pronunciadas de lo normal en el rostro.

Está producida por un problema hormonal consistente en que la glándula pituitaria produce una gran cantidad de hormona del crecimiento durante la edad adulta, cuando en esta etapa no debería estar tan activa.

A las manifestaciones ya mencionadas, suelen sumarse otros síntomas como debilidad de los músculos, piel anormalmente gruesa, exceso de sudoración, dolor de cabeza, voz grave y áspera, disfunción eréctil, problemas relacionados con la visión.

Además es posible que ocasione problemas de salud de mayor gravedad como hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, entre otros.

De esto último se deriva la importancia de administrar un tratamiento en base a fármacos para reducir el avance de la enfermedad.

Estos tratamientos podrían incluso revertir algunas de las deformidades producidas por esta afección.

8 La osteomalacia

La osteomalacia se trata de una enfermedad a los huesos producida por la carencia de vitamina D.

Esta falta de vitamina D conduce a un reblandecimiento del tejido óseo.

Al no disponer de la cantidad adecuada de esta vitamina, los huesos se ven impedidos de absorber el calcio y no mantienen su fortaleza.

La causa general es la deficiencia de vitamina D.

Este déficit suele producirse a consecuencia de problemas con la alimentación.

No obstante, frecuentemente también se debe a problemas del metabolismo cuyo origen es genético.

Dentro del conjunto de síntomas que acompañan este padecimiento se encuentran la tendencia a producirse fracturas en distintos huesos, debilidad de los músculos, dolores en los huesos, calambres en las extremidades, adormecimiento en la boca, los brazos y las piernas.

Como tratamiento se busca incluir en la dieta alimentos ricos en vitamina D.

Sim embargo, si ello no resulta suficiente y no se soluciona el problema, será necesaria la administración de suplementos de vitaminas.

9 La enfermedad de Perthes

Se llama enfermedad de Perthes a un trastorno de los huesos que es propio de la niñez.

En esta enfermedad, lo que sucede es que, por causas que se desconocen, se interrumpe la irrigación de sangre a los huesos de la cadera.

Esta situación provoca que las células óseas de esta región comiencen a morir.

A pesar de que, con el transcurso del tiempo el cuerpo vuelve a hacer llegar la sangre, los niños afectados tienen un riesgo mucho más alto de sufrir artrosis, fracturas u otros problemas de la cadera en su etapa adulta.

Los síntomas que se presentan con mayor frecuencia son la cojera y el dolor en la zona de la cadera.

El proceso de renovación y de cura de la enfermedad puede tardar varios años.

Mientras tanto, los médicos pueden brindar tratamientos que, de acuerdo a la etapa del trastorno, la gravedad y la edad del niño, pueden incluir cirugía, sesiones de fisioterapia, inmovilización, etc.

10 La enfermedad de Paget

Esta enfermedad es un trastorno de origen genético que se caracteriza porque algunos huesos son excesivamente grandes, por lo que presentan poca densidad y, como consecuencia, se encuentran más débiles, existiendo un riesgo mayor de sufrir fracturas.

No suelen verse afectados todos los huesos del cuerpo, pero los que sí lo están presentan deformidades.

Su causa es desconocida.

Se piensa que la mayor parte de casos pueden explicarse por simple azar genético.

Sin embargo, algunos de ellos pueden ser atribuidos a infecciones por virus.

Posiblemente no se manifiesten síntomas en los casos más leves.

En los casos restantes, suele haber presencia de dolor, propensión a padecer de fracturas en ciertos huesos concretos, problemas que afectan los cartílagos de las articulaciones, entre otros.

No existe cura por tratarse de de una enfermedad genética.

Sin embargo, hay algunas medidas que se pueden tener en consideración para lograr que este transtorno afecte menos.

Entre estas medidas se puede mencionar el hacer ejercicios, tener una dieta equilibrada, tomar medicamentos.

A veces, será necesario que la persona se someta a cirugías.

Conclusión

Hemos nombrado varias de las enfermedades que pueden afectar a nuestros huesos.

Algunas nos pueden resultar conocidas, otras, no tanto o nada en absoluto.

Se han mencionado los signos y síntomas específicos que acompañan a cada una de ellas.

También, una sencilla idea de lo que sería el tratamiento para cada uno de estos padecimientos.

Con ello esperamos haber contribuido a ampliar el campo de información general de nuestros lectores.

Nos interesa mucho opinión, por ello espero compartas tus comentarios acerca de lo que te pareció este articulo.

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