Qué Es La Osteoporosis, Sus Síntomas, Diagnóstico y Tratamiento

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Vamos a tratar acerca de lo que es la osteoporosis, sus síntomas, diagnóstico y tratamiento dado que es el padecimiento que con mayor frecuencia afecta a nuestros huesos.

Qué es osteoporosis

Contenidos

La osteoporosis es una enfermedad esquelética en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea.

Debido a ello, los huesos se vuelven más porosos por el aumento del número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior.

En esta condición los huesos son más frágiles, tienen menor resistencia a los golpes y se rompen con mayor facilidad.

La osteoporosis hace que los huesos se debiliten y se vuelvan quebradizos, en tal medida que una caída o incluso una leve tensión, como agacharse o toser, pueden causar una fractura.

Las fracturas relacionadas con la osteoporosis ocurren con mayor frecuencia en la cadera, la muñeca o la columna vertebral.

Causas de la osteoporosis

El hueso es tejido vivo que se descompone y reemplaza constantemente.

Los huesos se encuentran en un estado constante de renovación: se desarrollan huesos nuevos y se descomponen los huesos viejos.

La osteoporosis ocurre cuando la generación de hueso nuevo es más lenta que la pérdida de hueso viejo.

En el interior de los huesos se producen durante toda la vida diversos y numerosos cambios metabólicos.

Entre estos cambios se van alternando fases de destrucción y formación de hueso.

Estas fases son reguladas por distintas hormonas, la actividad física, la dieta, los hábitos tóxicos y la vitamina D, entre otros factores.

Influencia de la edad

Cuando eres joven, el desarrollo de huesos nuevos es más veloz que la descomposición en el cuerpo, por lo que la masa ósea aumenta.

Después de los 20 años, este proceso se ralentiza y la mayoría de las personas alcanzan su masa ósea máxima a la edad de 30.

En condiciones normales, una persona alcanza alrededor de los 30 a 35 años de edad una cantidad máxima de masa ósea, a lo que se da el nombre de “pico de masa ósea”.

A partir de entonces, empieza a producirse una pérdida natural de masa ósea.

A medida que las personas envejecen, la masa ósea se pierde más rápido de lo que se crea.

La probabilidad de desarrollar osteoporosis depende en parte de cuánta masa ósea obtuviste en tu juventud.

Cuanto mayor sea la densidad ósea máxima que adquieras, más tejido óseo tendrás «en la reserva» y menor será la probabilidad de padecer osteoporosis cuando envejezcas.

La masa ósea máxima es en parte hereditaria y también varía según el grupo étnico.

Por lo común, las mujeres tienen osteoporosis con más frecuencia por varios motivos: su pico de masa ósea suele ser inferior al del varón y con la menopausia se acelera la pérdida de hueso dando lugar a la osteoporosis posmenopáusica.

Otras causas

Aparte, existen muchas otras causas de osteoporosis:

  • El alcoholismo.
  • Uso de algunos fármacos como los glucocorticoides o los que se usan en el tratamiento hormonal para el cáncer de mama y de próstata.
  • Algunas enfermedades inflamatorias reumáticas, endocrinas, hepáticas, insuficiencia renal, entre otras.

Síntomas de la osteoporosis

Típicamente, las etapas iniciales de la disminución de la masa ósea no presentan síntomas.

La osteoporosis se conoce como epidemia silenciosa porque no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas.

Las fracturas más frecuentes son las vertebrales, las de cadera y las de la muñeca, llamada también fractura de Colles o extremo distal del radio.

La fractura de cadera tiene especial importancia ya que se considera un acontecimiento grave debido a que conlleva intervención quirúrgica, ingreso hospitalario y supone para el paciente una pérdida de calidad de vida aunque sea por un periodo relativamente corto de tiempo.

Una vez que la osteoporosis debilita tus huesos, podrías tener signos y síntomas que incluyen los siguientes:

  • Dolor de espalda, provocado por una vértebra fracturada o aplastada.
  • Pérdida de estatura con el tiempo.
  • Una postura encorvada.
  • Un hueso que se rompe mucho más fácilmente de lo esperado.

Prevalencia en la población

Principalmente esta enfermedad afecta a mujeres después de la menopausia, aunque también puede hacerlo antes.

Además, puede afectar a hombres, adolescentes e inclusive niños.

La osteoporosis puede afectar a hombres y mujeres de todas las razas.

Pero las mujeres blancas y asiáticas, especialmente las mujeres mayores posmenopáusicas, son las que corren mayor riesgo.

Los medicamentos, la dieta saludable y los ejercicios con pesas pueden ayudar a prevenir la pérdida ósea o a fortalecer los huesos débiles.

En el mundo

Investigaciones mundiales, demuestran que de cada cien mujeres que superan la menopausia, setenta desarrollan osteopenia –un grado menor de osteoporosis– durante los dos años subsiguientes.

Los síntomas se presentan cuando ya se encuentra en un grado avanzado.

Las molestias más comunes son el dolor en la espalda o cintura, flexión en la columna (joroba) o disminución de la estatura, producidos por cambios vertebrales.

Las estadísticas mundiales también muestran que de cada cien mujeres con osteoporosis, veinte se fracturan la cadera en algún momento de su vida.

De esas veinte, cuatro mueren el primer año y las demás presentan algún grado de invalidez, desde dificultad para caminar hasta la postración en silla de ruedas.

Concretamente, tomando por caso a España, aproximadamente 2 millones de mujeres padecen osteoporosis, con una prevalencia en la población postmenopáusica del 25 por ciento, es decir una de cada cuatro.

Se estima que esta enfermedad es la causante de unas 25.000 fracturas cada año, en referencia a España, en todo el mundo son muchas más.

Se estima que aproximadamente una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura osteoporótica en su vida.

En el Perú

Los datos de EsSalud indican una tasa de osteoporosis de 7% de mujeres entre 40 y 60 años y 30% de mujeres mayores de 60 años.

Diagnóstico de la osteoporosis

Aunque se trate de una enfermedad silenciosa, en la actualidad los reumatólogos cuentan con un gran abanico de herramientas para su diagnóstico precoz.

Diagnosticarla tempranamente permite adaptar el tratamiento, ya sea para prevenir la pérdida de masa ósea o para combatir la osteoporosis.

Existen hábitos de vida adecuados que pueden ayudar a mejorar la calidad del hueso como son:

  • La apropiada ingesta de calcio,
  • El ejercicio físico
  • Y no fumar.

La cantidad específica de Calcio varía con la edad, pero muchos adultos necesitarán de 1.000 a 1.500 mg por día.

Esta ingesta se puede realizar consumiendo alimentos naturales ricos en calcio, sobre todo la leche y sus derivados.

O también como suplementos en forma de medicamentos (sales de calcio).

En esta última circunstancia deberá existir un control del médico sobre la cantidad y la pauta de administración.

De igual modo, la vitamina D es una sustancia esencial para el hueso.

Sus requerimientos diarios se consiguen fundamentalmente por la formación de la misma en la piel cuando recibe el efecto de la irradiación solar.

Cuándo debes consultar con un médico

Es conveniente que hables con el médico sobre la osteoporosis si tuviste una menopausia temprana.

También en el caso de si tomaste corticoesteroides durante varios meses seguidos.

También en el caso de que cualquiera de tus padres sufrió una fractura de cadera.

Tratamiento de la osteoporosis

El objetivo del tratamiento de la osteoporosis es la reducción del número de fracturas por fragilidad.

Como medida generalizada se recomienda mantener hábitos de vida saludable, como:

  • Una dieta equilibrada rica en calcio.
  • Abandonar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol.
  • Así como realizar ejercicio diariamente con control para evitar caídas.
  • Además, algunas personas pueden requerir suplementos de calcio y vitamina D.

Los tratamientos están diseñados para abordar diferentes manifestaciones del problema:

El tratamiento antirresortivo es aquel que evita la pérdida de masa ósea.

El tratamiento osteoformador, como su nombre indica, estimula la formación de nuevo hueso.

Por último, existen fármacos que presentan un mecanismo de acción mixto, es decir, antirresortivo y osteoformador.

No obstante, el reumatólogo valorará las características del paciente, sus antecedentes patológicos y los factores de riesgo de osteoporosis.

De acuerdo a sus hallazgos decidirá en cada situación cuál es el fármaco más adecuado en cada caso.

Factores de riesgo para desarrollar osteoporosis

Algunos factores pueden aumentar la probabilidad de que desarrolles osteoporosis.

Entre estos factores se incluyen tu edad, raza, estilo de vida, así como tus afecciones y tratamientos médicos.

Se pueden identificar riesgos inalterables y riesgos que son modificables.

Riesgos inalterables

Algunos factores de riesgo de osteoporosis están fuera de tu control, incluidos los siguientes:

1 El sexo

Las mujeres son mucho más propensas a desarrollar osteoporosis que los hombres.

2 La edad

Cuanto mayor sea tu edad, mayor será el riesgo de osteoporosis.

3 La raza

Tienes mayor riesgo de padecer osteoporosis si eres blanco o de ascendencia asiática.

4 Los antecedentes familiares

Tener un padre, madre o hermano con osteoporosis te pone en mayor riesgo, especialmente si tu madre o padre sufrieron fractura de cadera.

5 El tamaño del cuerpo

Los hombres y las mujeres que tienen estructuras corporales pequeñas tienden a correr un riesgo más alto.

Esto es debido a que podrían tener menos masa ósea para utilizar a medida que envejecen.

Riesgos modificables

Existen otros tipos de riesgos que sí pueden ser contrarrestados en sus efectos adversos sobre los huesos.

Entre ellos tenemos:

1 Los niveles hormonales

La osteoporosis es más común en personas que tienen demasiadas o muy pocas hormonas en el cuerpo.

Por ejemplo:

Hormonas sexuales

Los niveles bajos de hormonas sexuales tienden a debilitar los huesos.

La reducción de los niveles de estrógeno en las mujeres menopáusicas es uno de los mayores factores de riesgo para la osteoporosis.

Los hombres tienen una reducción gradual en los niveles de testosterona a medida que envejecen.

Los tratamientos contra el cáncer de próstata reducen los niveles de testosterona en los hombres.

Los tratamientos contra el cáncer de mama reducen los niveles de estrógeno en las mujeres.

Ambos tipos de tratamientos tienen probabilidades de acelerar la pérdida ósea.

Problemas de tiroides

Los niveles altos de hormona tiroidea pueden causar osteoporosis.

Esto puede producirse si tu tiroides es hiperactiva o si tomas demasiada medicación de hormonas tiroideas para tratar una tiroides poco activa.

Otras glándulas

La osteoporosis también se ha asociado con la hiperactividad de las glándulas paratiroides y suprarrenales.

2 Factores alimenticios

La osteoporosis es más probable que ocurra en personas que tienen lo siguiente:

Bajo consumo de calcio

La falta de calcio de por vida juega un papel en el desarrollo de la osteoporosis.

Una dieta baja en calcio contribuye a la disminución de la densidad ósea, la pérdida ósea temprana y un mayor riesgo de fracturas.

Trastornos de la alimentación

La restricción extrema de la ingesta de alimentos y el bajo peso debilitan los huesos tanto en hombres como en mujeres.

Cirugía gastrointestinal

La cirugía para reducir el tamaño del estómago o para extirpar parte del intestino limita la cantidad de superficie disponible para absorber nutrientes, incluido el calcio.

Estas cirugías incluyen aquellas para ayudarte a perder peso y para otros trastornos gastrointestinales.

3 Esteroides y otros medicamentos

El uso a largo plazo de medicamentos corticosteroides orales o inyectados, como la prednisona y la cortisona, interfiere en el proceso de reconstrucción ósea.

La osteoporosis también se ha asociado con medicamentos utilizados para combatir o prevenir estas afecciones:

  • Convulsiones
  • Reflujo gástrico
  • Cáncer
  • Rechazo al trasplante

4 Afecciones médicas

El riesgo de osteoporosis es mayor en personas que tienen ciertos problemas médicos, que incluyen los siguientes:

  • Celiaquía
  • Enfermedad inflamatoria intestinal
  • Enfermedad renal o hepática
  • Cáncer
  • Lupus
  • Mieloma múltiple
  • Artritis reumatoide

5 Opciones de estilo de vida

Algunos malos hábitos pueden aumentar tu riesgo de osteoporosis.

Por ejemplo:

Estilo de vida sedentario

Las personas que pasan mucho tiempo sentadas tienen un mayor riesgo de presentar osteoporosis que las personas más activas.

Cualquier ejercicio con pesas y actividades que promuevan el equilibrio y la buena postura son beneficiosos para los huesos, pero caminar, correr, saltar, bailar y levantar pesas parecen ser particularmente beneficiosas.

Consumo excesivo de alcohol

El consumo regular de más de dos bebidas alcohólicas al día aumenta el riesgo de osteoporosis.

Consumo de tabaco

El papel exacto que desempeña el tabaco en la osteoporosis no está claro, pero se ha demostrado que el consumo de tabaco debilita los huesos.

Complicaciones de la osteoporosis

Las fracturas óseas, particularmente en la columna vertebral o la cadera, son las complicaciones más graves de la osteoporosis.

Las fracturas de cadera a menudo son causadas por una caída y pueden derivar en una discapacidad.

Incluso condiciona a un mayor riesgo de muerte dentro del primer año después de la lesión.

En algunos casos, las fracturas de la columna vertebral pueden ocurrir aunque no te hayas caído.

Los huesos que componen la columna vertebral (vértebras) pueden debilitarse hasta el punto de aplastarse.

Este aplastamiento vertebral puede ocasionar dolor de espalda, pérdida de estatura y una postura encorvada hacia adelante.

Prevención de la osteoporosis

La buena nutrición y el ejercicio regular son esenciales para mantener los huesos sanos durante toda la vida.

Proteína

La proteína es uno de los componentes básicos del hueso.

Sin embargo, existen pruebas contradictorias sobre el impacto de la ingesta de proteínas en la densidad ósea.

La mayoría de las personas consumen mucha proteína en su alimentación, pero algunas no lo hacen.

Los vegetarianos y los veganos pueden consumir suficiente proteína en la alimentación.

Para eso ellos deben buscar intencionalmente fuentes adecuadas, como la soya, los frutos secos, las legumbres, las semillas para los veganos y los vegetarianos, y los lácteos y los huevos para los vegetarianos.

Los adultos mayores podrían comer menos proteínas por varias razones.

Si consideras que no estás consumiendo suficiente proteína, pregúntale a tu médico si la complementación es una opción.

Peso corporal

Pesar menos de lo debido aumenta la posibilidad de pérdida de hueso y fracturas.

Ahora se sabe que el exceso de peso aumenta el riesgo de fracturas en los brazos y muñecas.

Por este motivo, mantener un peso corporal adecuado es bueno para los huesos, al igual que para la salud en general.

Calcio

Los hombres y mujeres que tienen entre 18 y 50 años necesitan 0,03 onzas (1000 miligramos) de calcio al día.

Esta cantidad diaria aumenta a 1200 miligramos cuando las mujeres cumplen los 50 años y los hombres, los 70.

Fuentes de calcio

Las buenas fuentes de calcio incluyen las siguientes:

  • Productos lácteos bajos en grasa
  • Vegetales de hoja verde oscuro
  • Salmón enlatado o sardinas con espinas
  • Productos de soja, como el tofu
  • Cereales fortificados con calcio y jugo de naranja

Si te resulta difícil obtener suficiente calcio de la dieta, considera tomar suplementos de calcio.

Sin embargo, se ha asociado el consumo excesivo de calcio con los cálculos renales.

Si bien todavía no está claro, algunos expertos sugieren que demasiado calcio, especialmente en suplementos, puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.

Por regla general, los expertos recomiendan que la ingesta total de calcio, de suplementos y dieta combinados, no debe superar los 2000 miligramos diarios para las personas mayores de 50 años.

Vitamina D

La vitamina D mejora la capacidad del cuerpo para absorber el calcio y mejora de otras maneras la salud de los huesos.

Las personas pueden obtener parte de su vitamina D gracias a la luz solar, pero esto podría no ser una buena fuente si vives en latitudes altas, si estás confinado en tu casa, o si usas regularmente protector solar o evitas el sol debido al riesgo de padecer cáncer de piel.

Con el objeto de obtener suficiente vitamina D para mantener la salud ósea, se recomienda que los adultos de 51 a 70 años obtengan 600 unidades internacionales (UI) y 800 UI por día.

Después de los 70 años debe obtenerse a través de alimentos o suplementos.

Las personas sin otras fuentes de vitamina D y especialmente con exposición limitada al sol podrían necesitar un suplemento.

La mayoría de los productos multivitamínicos contienen entre 600 y 800 UI de vitamina D.

Para la mayoría de las personas, es seguro obtener hasta 4000 UI de vitamina D por día.

Ejercicio

El ejercicio puede ayudarte a fortalecer los huesos y retardar la pérdida ósea.

Los ejercicios pueden beneficiar tus huesos sin importar cuándo comiences a hacerlos.

Pero lo mejor será si comienzas a ejercitarte regularmente de joven y continúas haciéndolo durante toda la vida.

Combina ejercicios de entrenamiento de fuerza con ejercicios de levantamiento de pesas y de equilibrio.

El entrenamiento de fuerza ayuda a fortalecer los músculos y los huesos de los brazos y la parte superior de la columna vertebral.

Los ejercicios de soporte de peso, como caminar, trotar, correr, subir escaleras, saltar una soga, hacer esquí y practicar deportes de impacto, ayudan principalmente a los huesos de las piernas, las caderas y la parte baja de la columna vertebral.

Los ejercicios de equilibrio como el taichí ayudan a reducir el riesgo de caídas, especialmente al envejecer.

Nadar, andar en bicicleta y ejercitarse con máquinas como los elípticos pueden proporcionar un buen ejercicio cardiovascular, pero no son tan beneficiosos para mejorar la salud ósea.

Conclusión

La osteoporosis es la causa más frecuente de debilitamiento de los huesos y que puede conducir a fracturas.

Puede deberse a factores innatos de cada persona o a circunstancias y hábitos que propician su desarrollo.

Sin embargo, existen medidas que podemos adoptar para prevenir su aparición o dificultar su avance.

Si tenemos predisposición genética debemos estar un poco más pendientes y consultando con el médico conforme avancemos en edad.

Afortunadamente existen tratamientos que pueden mejorar la condición de las personas que lleguen a padecerla, pero lo más importante es prevenir las fracturas para evitar complicaciones mayores.

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